_ El dengue, la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, es una preocupación principal en México, según el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave). Esta enfermedad se propaga cuando un mosquito infectado pica a una persona durante su período febril. La prevención y la atención médica inmediata son cruciales para evitar complicaciones, especialmente en embarazadas, personas con comorbilidades y niños menores de cinco años.
El período de incubación del dengue es de cinco a siete días después de la picadura del mosquito, seguido por tres fases de la enfermedad. La fase febril se caracteriza por fiebre alta, dolor de cabeza, vómitos y dolores musculares y articulares. Algunos pacientes pueden desarrollar signos de alarma, como vómitos persistentes y dificultades respiratorias, al final de esta fase.
La fase crítica ocurre después de la fiebre y puede incluir dificultades para respirar, hinchazón de extremidades y sangrado. La fase de convalecencia se caracteriza por la normalización gradual de la presión arterial y la disminución de la hinchazón.
Es esencial buscar atención médica si se presentan síntomas como fiebre, náuseas, vómitos, dolor muscular, dolor de cabeza, moretones o erupciones cutáneas. En menores de cinco años, la fiebre es motivo suficiente para consultar a un médico. Los síntomas de alarma incluyen dolor abdominal intenso, sangrado de mucosas y presión arterial baja al ponerse de pie.
La prevención del dengue implica evitar dormir al aire libre, usar ropa que cubra la piel, aplicar repelente de insectos y eliminar recipientes que acumulen agua en las viviendas. Según la Organización Mundial de la Salud, el dengue afecta a millones de personas en más de 100 países y representa un riesgo significativo para la salud global. En México, se han notificado millones de casos en los últimos años, lo que subraya la importancia de la prevención y la conciencia pública sobre esta enfermedad. Sigue nuestras redes para obtener más información.