_ La Agencia Espacial Europea (ESA) está a punto de llevar a cabo una misión histórica para estudiar la corona solar, la capa más externa de la atmósfera del Sol. La misión Proba-3 consistirá en el lanzamiento de dos satélites que volarán con una precisión milimétrica para simular eclipses solares, lo que permitirá obtener información científica sobre el Sol de manera nunca antes posible. Este innovador experimento tiene como objetivo realizar observaciones durante un periodo extendido, superando las limitaciones de los eclipses naturales, que solo ocurren de forma esporádica.
El lanzamiento está previsto para el 4 de diciembre de 2024, desde el Centro Espacial Satish Dhawan en India, con el cohete Vega-C, tras el fracaso de un lanzamiento previo en 2022. Los dos satélites se ubicarán a unos 150 metros de distancia y viajarán a velocidades de entre 1 y 10 kilómetros por segundo. La precisión de su vuelo será increíblemente exacta, con un margen de error de solo un milímetro, lo que permitirá simular eclipses solares a la carta.
El objetivo de la misión Proba-3 es profundizar en el estudio de la corona solar, una región de la atmósfera solar que solo puede observarse de manera limitada desde la Tierra durante los eclipses solares. Las dos naves de la misión llevarán instrumentos avanzados, entre ellos un coronógrafo, que permitirá capturar imágenes de alta calidad de la corona del Sol. La otra nave actuará como un "ocultador" que interpondrá entre el coronógrafo y el Sol, generando un eclipse artificial controlado.
El vuelo en formación de los satélites será autónomo, sin intervención de operadores en la Tierra. Ambos satélites estarán equipados con sistemas que calcularán continuamente su posición y trayectoria para mantener la precisión necesaria. Se espera que, con el tiempo, la misión logre simular hasta 1,500 horas de eclipses durante el año y medio de duración de la misión, lo que permitirá obtener datos científicos sin precedentes sobre la actividad solar.
Esta misión podría transformar el estudio de la corona solar, que es una fuente clave de actividad solar. Los datos obtenidos podrían tener implicaciones importantes para entender fenómenos que afectan a la Tierra, como las tormentas solares, que pueden interferir con las comunicaciones, los sistemas de navegación y los satélites. La científica de la ESA, Anik de Groof, resalta la importancia de esta misión, ya que permitirá estudiar la capa más externa del Sol de una manera que antes solo era posible de forma fugaz durante un eclipse natural.
Las dos naves de la misión ya han sido transportadas a la India para su lanzamiento y viajarán juntas en el mismo lanzador, que llevará los 550 kilogramos de carga útil al espacio. Una vez en órbita, los satélites se situarán a unos 60,000 kilómetros de la Tierra y luego se acercarán a unos 600 kilómetros para operar con precisión. Además de los coronógrafos, las naves llevarán otros instrumentos como un radiómetro digital para estudiar la energía total del Sol y un espectrómetro de electrones energéticos 3D, que proporcionará datos cruciales para entender la meteorología espacial.
Con un presupuesto de 200 millones de euros, la misión Proba-3 es el tercer proyecto de la serie PROBA de la ESA, que tiene como objetivo demostrar nuevas tecnologías de alta precisión para el estudio y la observación espacial.
