_ Jesús Antonio Pineda Robles, conocido en el mundo del arte como Jesús Kanek, es un artista gráfico oriundo de Juchitán, Oaxaca, cuyas obras reflejan la riqueza intangible de lo etéreo y las profundas raíces culturales de su tierra natal. A través de sus pinceladas, Kanek evoca imágenes de árboles, venados, brujos y aves, invitando al espectador a una reflexión sobre la condición humana, los ciclos de la vida, y la muerte como un paso hacia otra existencia.
Para Kanek, la inspiración proviene de la esencia del ser humano y de las enseñanzas ancestrales, elementos que, según él, están siendo olvidados en la modernidad. "Lo que yo pinto me lleva a esa reflexión o viceversa", comenta el artista, señalando que sus obras no buscan ser agradables o bonitas, sino honestas y significativas. Esta autenticidad se refleja en su trabajo, como en las piezas sombrías y oscuras que creó después del terremoto de 2017, un evento que lo marcó profundamente.
Jesús Kanek se formó en Diseño Gráfico en Puebla, pero siempre sintió una fuerte inclinación hacia las artes plásticas. Desde niño, mostró interés por el dibujo y la pintura, inspirado por los colores y las texturas que veía en los huipiles que elaboraba su tía. Su madre, quien trabajaba en una biblioteca, también influyó en su desarrollo artístico, aunque Kanek prefería los libros con ilustraciones a los llenos de texto.
Aunque empezó su carrera artística en las calles, haciendo graffitis durante su adolescencia, Kanek decidió explorar un estilo más abstracto, alejándose de la tendencia de su generación de emular a grandes maestros como Toledo, Tamayo y Rodolfo Morales. Prefirió experimentar con manchas, colores y nuevas técnicas, estableciendo así su propio camino en el mundo del arte.
Actualmente, Jesús Kanek dedica gran parte de su tiempo a la enseñanza, impartiendo talleres de pintura en el centro cultural Jesús López Alvarado, la Casa de Cultura y la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, sede Juchitán. Su objetivo es motivar a los niños y jóvenes a expresarse a través del arte sin temor a equivocarse, organizando pequeñas exposiciones para que vean su progreso y se mantengan inspirados.
En el futuro, Kanek planea abrir una escuela de artes en Juchitán, con el propósito de preparar a los niños interesados en seguir una carrera en las artes. Su trabajo ha sido expuesto en diversos lugares de México, así como en Canadá y Estados Unidos, y continúa desarrollando su producción artística, combinando técnicas y estilos que reflejan tanto sus experiencias personales como el saber de sus antepasados.
Para Kanek, la pintura es más que una profesión; es una necesidad vital que ha abrazado plenamente. "Intenté salir pero no pude", confiesa, "me rendí a la pintura y al arte, y aquí estoy". Su dedicación y amor por el arte son evidentes en cada una de sus obras, que no solo son una forma de expresión, sino un puente entre el pasado y el presente, entre la cultura de sus ancestros y el mundo moderno.
