_ Por Ricardo Burgos Orozco
Por primera vez en la historia de la democracia en México habrá en el país una consulta para decidir si continúa el presidente de la república o los ciudadanos deciden cambiarlo. Hace unas semanas escribí que este es uno de los momentos más inoportunos para llevar a cabo ese ejercicio, pero a final de cuentas se va a realizar el próximo 10 de abril como está programado.
Durante meses el evento ha servido para enfrentamientos verbales entre Andrés Manuel López Obrador, sus colaboradores y simpatizantes cercanos contra el Instituto Nacional Electoral – arbitro en la contienda -- por diferentes temas: el presupuesto para la revocación, el número de casillas, la falta de promoción, la parcialidad de los consejeros y otros más.
Hace unos días, López Obrador filtró que después del ejercicio de revocación de mandato – por ahí del 12 de abril --, presentará al Congreso de la Unión una iniciativa para reformar la ley electoral, desaparecer el INE, nombrar una especie de consejeros populares y eliminar a los legisladores plurinominales. El INE nunca ha sido un organismo que le agrade al presidente, al igual que otros de etiqueta autónoma.
Para que la votación sea vinculante, es decir, tenga validez, la consulta requiere por ley una participación del 40 por ciento. El padrón de ciudadanos está integrado por alrededor de 92 millones de personas por lo cual deberán sufragar 36 millones de mexicanos para que el resultado sea legal.
Los analistas calculan que va a votar entre un 16 y un 25 por ciento del padrón, es decir, no se alcanzará la cifra suficiente para que el ejercicio sea válido. La mayoría, seguro, se inclinará porque permanezca el presidente, sobre todo si tomamos en cuenta los índices de aceptación del 60 por ciento que tiene en la actualidad.
La pregunta de la revocación de mandato es ¿Está de acuerdo en que a Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la presidencia de la república hasta que termine su periodo?
Unos dicen que no tiene caso ir a votar en una consulta en donde está previsto el resultado y se van a gastar inútilmente muchos millones de pesos; otros, prefieren ejercer su derecho, aunque ya sepan lo que va a suceder. Usted decide lo que sea su voluntad.
