_ Este año, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha alcanzado un hito significativo con la repatriación de más de 13,400 bienes patrimoniales. Desde enigmáticas esculturas olmecas hasta piezas rituales de las naciones yaquis, el esfuerzo conjunto con instituciones gubernamentales y civiles ha logrado traer de vuelta a México un valioso tesoro cultural. La campaña #MiPatrimonioNoSeVende, respaldada por la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Fiscalía General de la República, la Guardia Nacional y la Agencia Nacional de Aduanas, ha desempeñado un papel crucial en esta iniciativa de concientización.
En enero, la devolución de 11 piezas a representaciones diplomáticas en Dinamarca, Canadá y Estados Unidos marcó el inicio del año, destacándose la entrega de un molar de mamut por parte del Royal BC Museum de Canadá y seis obras virreinales de talavera en El Paso, Texas. Sin embargo, uno de los momentos más significativos fue el retorno del Monumento 9 de Chalcatzingo, una monumental escultura olmeca con 2,500 años de antiguedad, que fue ilegalmente sustraída y finalmente regresó a su lugar de origen en Morelos.
Desde Estados Unidos, se recuperaron varios bienes, como un incensario maya de barro y lotes de objetos arqueológicos, incluyendo 2,158 puntas de proyectil. Naciones europeas aliadas en la lucha contra el saqueo cultural también contribuyeron, con Italia reintegrando 43 piezas arqueológicas en marzo y Alemania devolviendo un relieve tallado en roca con representación de un tzompantli en julio.
Además de estas repatriaciones continuas, el INAH ha brindado seguimiento a casos de devoluciones culturales anteriores, como la colección "Maaso Koba" de las naciones yaquis, oficialmente restituida a México en junio de 2022. El esfuerzo conjunto demuestra el compromiso constante en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales y la protección del patrimonio mexicano.
Esta exitosa iniciativa refuerza la importancia de la colaboración internacional y la concientización pública en la preservación del rico legado cultural de México, destacando que el patrimonio cultural no tiene precio y no está en venta.
