_ Con la reforma constitucional para que las Fuerzas Armadas participen en tareas de seguridad pública hasta marzo de 2028, el gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende terminar con negocios que se hacían bajo el argumento de que los recursos se empleaban para combatir la inseguridad.
Así lo señaló el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, durante el diálogo que sostuvo este martes con legisladoras y legisladores del Congreso del Estado de Michoacán.
En presencia del gobernador en la entidad, Alfredo Ramírez Bedolla, el titular de Gobernación detalló que con dicha reforma “habrá el recurso suficiente para que se acabe el discurso aquel de que antes era el Fortaseg (Programa de Fortalecimiento para la Seguridad). Saben qué es lo más triste del combate a la inseguridad, que se utilizó para hacer negocios al amparo del poder”, señaló.
La labor –continuó– es que ya no existan centros de Comando, Control, Cómputo, y Comunicaciones, conocidos como C5 o C7, con grandes inversiones que no tengan cámaras conectadas, así como el negocio con la renta de patrullas, la compra de armamento, nóminas fantasma o renta de edificios, “eso tiene que quedar definitivamente en el olvido”, aseveró.
En la sede del recinto legislativo, el secretario de Gobernación refrendó que, a diferencia del pasado, con esta reforma se impone la obligación de la rendición de cuentas, pues existe todo un cronograma por el que se impone la obligación de informar, de comprometerse estados y municipios y, desde luego, el gobierno federal. “Habrá quienes nos digan que eso ya existía en el 7º transitorio. Nada más que el 7º transitorio, finalmente se redactó de una manera, en la que no se imponía la obligación de nada y los estados y municipios hacíamos como que no veíamos, y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública hacía como que no recibía nada”, indicó.
El titular de Gobernación resaltó que, de tres años a la fecha, el Ejército mexicano y la Marina-Armada de México han tenido un comportamiento histórico en materia de respeto a los derechos humanos. “El nuestro es un ejército capacitado para la paz, es un ejército que todos los días está hasta en los últimos rincones del país auxiliando, ayudando en tareas de rescate, de apoyo a la población, ese es el espíritu del Plan Marina y del Plan DN-III”, expresó.
Apuntó que un ejemplo de ese compromiso es la reciente pandemia causada por COVID-19, ya que se le confió el proceso de vacunación a las Fuerzas Armadas y eso permitió que México fuese el sexto país que más vacunas aplicó. El presidente de la República instruyó para que no se escatimara ningún esfuerzo, sobre todo, económico, pero que hubiesen vacunas para todas y todos los mexicanos; el Ejército y la Marina hicieron posible llegar hasta el último rincón, abundó.
Adán Augusto López Hernández añadió que, si bien, se ha de reconocer que no se olvida la obscura noche de Tlatelolco y del Halconazo, eso afortunadamente ya cambió para bien de este país.
En este sentido, recalcó que se obliga a los estados y municipios a que ahora sí, cada seis meses puedan presentar un programa de trabajo y que haya una evaluación permanente. De tal manera que, derivado de ello, se van a ir creando o fortaleciendo las policías municipales y estatales.
Posteriormente, el secretario de Gobernación acudió al Centro de Convenciones y Exposiciones de Morelia, donde sostuvo un diálogo con integrantes de distintos sectores de la sociedad civil.
