_ Por Osvaldo Córdova
Netflix subió a su plataforma “Monstruo”, una cinta que se presentó oficialmente en el Festival de Cine de Sundance en 2018, pero por alguna extraña razón no vio la luz para ser estrenada comercialmente en las salas de cine en ninguna parte del mundo; ahora tres años después podemos conocer la historia de un joven de raza negra, que vive en el Harlem, neoyorkino, y que es acusado de un crimen que él no cometió.
Con esa simple lectura podríamos decir que no estamos ante un relato nuevo o algo que la cinematografía no haya presentado, la cuestión está en el fondo de la historia, en la manera en que el director Anthony Mandler –quien ha destaco como realizador de comerciales y videoclips para Rihanna o Taylor Swift- nos lleva por su opera prima a descubrir una injusticia más del despiadado sistema judicial estadounidense.
Basada en la novela “Young adult” de Walter Dean Myers, la historia nos presenta a Steve Harmon (Kelvin Harrison Jr.) un joven de 17 años que es un alumno e hijo modelo, que sueña con ser director de cine, hasta que ello se ve truncado cuando es acusado de un grave hecho que involucra un crimen.
Desde la cárcel, el joven comenzará a relatar su propia experiencia, como si se tratara de una “película dirigida, escrita y protagonizada” por él para desentrañar la compleja batalla legal que determinará si pasa el resto de su vida en la cárcel.
Si bien es una película de juicio, como tantas otras, también nos muestra cómo era la vida de Steve, en el barrio, su interacción con los “chicos malos” del Harlem, hasta que una tarde, de manera fortuita, se topa con los verdaderos responsables del hecho.
Uno de los huecos que nos deja el film, es que no explora lo suficiente como son los “códigos de la calle” (la presión social, los pactos de silencio, las jerarquías) que muchas veces complican las relaciones entre adolescentes en los barrios, en los que siempre hay chicos más «pesados» con los que se trata de mantener una relación distante aunque no siempre se puede lograr.
Conforme avanza el film vamos descubriendo un sistema judicial corrompido, en el que Steve, es solo otro chico negro, y que ante la vista del jurado es más culpable que inocente, aunque no tenga antecedentes penales.
Y es precisamente ese hecho lo que revela lo prejuicioso que es la sociedad estadounidense, donde un adolescente afroamericano tiene todas las de perder en un juicio de ese tipo, pues para el fiscal y la policía, el joven, por asociación, no sólo es responsable del hecho, sino que es un “monstruo” con el que no hay que ser piadoso.
Sin duda un buen relato que además revela el origen de su realizador como director de videoclips, al mezclar imágenes, colores y música, mientras construye personajes entrañables.
“Monstruo”
Dirección: Anthony Mandler.
Actúan: Kelvin Harrison Jr., Jeffrey Wright y Jennifer Hudson.
Foto: Netflix.
