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Por Osvaldo Córdova
Por fin la expectación para ver a Robert Pattinson como Batman, llegó a su fin y vaya que para muchos ha sido una grata sorpresa la interpretación del otrora vampiro juvenil y el filme en su conjunto.
Cada época tiene su Batman y esta, la “millennial” no podía ser la excepción, pero vaya forma de presentar a quien ha sido el contrapeso obscuro de Superman, pues es precisamente esa oscuridad, la que Matt Reeves destaca para hacerla brillar y presentar una cinta más apegada a un thriller al estilo del cine negro, que un blockbuster de superhéroes.
Y es que en esta versión se presenta un justiciero nocturno, una persona que está atormentado por su pasado, que busca venganza –de hecho así lo dice el personaje- y para ello comienza cual detective de policía a indagar para hacer frente a la caótica situación que se vive en Ciudad Gótica, un lugar gobernado por la corrupción, en la que reina el crimen y la ley y las autoridades están rebasadas.
Vemos a un “Hombre Murciélago” enfundado en su clásico traje negro, pero sin estridencias, sin abuso de aparatos sofisticados ni elementos de gran tecnología, es más los dos o tres “gadgets” que aparecen –entre ellos el Batimóvil- son tan sencillos y hasta cierto punto feos, es más hasta la forma en que Batman “vuela” es desgarbada, elementos que le dan un toque de verosimilitud y realismo al film.
Reeves es congruente en su estilo tanto estético y en historia, pues juega con un ritmo más pausado y sin tantas escenas de acción llenas de dobles o explosiones - la persecución en moto al coche del Pinguino y el atentado en el recinto deportivo- en la que el policía con capa rastrea a un solo asesino en serie –El Acertijo-, en lugar de luchar para contener la amenaza alienígena o el arma que acabará con el mundo, lo que no hace más que confirmar su condición de detective más que de superhéroe.
Y ello se entiende, ya que los hechos ocurren antes de la madurez de Batman, de que su principal rival aparezca, y se asuma como un héroe.
También es cierto que el film tiene a David Fincher y su “Seven” como mayor influencia, pero también los cómics, como “Long Halloween”, pues hasta la llegada de Reeves, ninguno de los cineastas que han llevado a la pantalla grande a Batman habían sido lectores o aficionados de las historietas.
Es así que en este film vemos a un Batman muy asocial, muy silencioso, triste y aterrado con su pasado, que no se asemeja al gótico de Tim Burton, al colorido de Joel Schumacher, al hiperrealista de Christopher Nolan o al superheroico de Zack Snyder.
Aunque hay elementos discutibles, entre ellos el metraje de la cinta, la misión de crear una nueva versión de Batman está lograda, al construir un relato sombrío, amargo, en el que cualquier atisbo de ligereza o humor ha sido erradicado de este film. Un cuadro que abruma, que perturba en una ciudad de vicio, corrupción, mafiosos, policías íntegros y eterna noche tan característica de la novela negra clásica.
“Batman”
Dirección: Matt Reeves.
Elenco: Robert Pattinson, Paul Dano, Zoe Kravitz.
Foto: Warner Bros.
