_ Por Osvaldo Córdova
Los villanos devenidos en protagonistas de sus propias películas son una especialidad del universo surgido de los cómics, en el que de pronto la vida da un giro para darles la oportunidad de convertirse en antihéroes como es el caso de Venom, quien en “Carnage liberado” deja mucho que desear ante un súper despliegue digital.
Desde la película anterior quedó establecida la dicotomía producto del odio complementario de Eddie Brok hacia el Hombre Araña y el del simbionte hacia Peter Parker, que da origen a Venom, por lo que en algún momento se esperaba que tuvieran algún encuentro y comenzará a interconectarse las historias.
Sin embargo, esto no es así, ya que se regresó a la fórmula de la primera cinta para contarnos el nacimiento de la némesis de Venom, o sea, Carnage.
Es así que nuevamente vemos a Eddie Brock, el periodista venido a menos que ha aprendido a convivir con Venom, quien en la búsqueda de una historia consigue entrevistar a Cletus Kasady, un asesino serial condenado a muerte, quien en una de las charlas el criminal agrede al reportero con lo que parte del simbionte pasa a él logrando escapar de la cárcel e iniciando una cacería para acabar con el antihéroe.
A partir de ahí veremos como la cinta comienza a desplegar el manual del género de superhéroes, que es impulsado con un gran despliegue de efectos visuales en el que los actores quedan tapados y ocultos por esa maquinaria digital marveliana para sostener el interés de los fans.
Andy Serkys, el Gollum de “El Señor de los anillos”, que fue construido digitalmente, pero detrás de los artificios había alguien de carne y hueso que lo ponía en movimiento y le otorgaba al personaje una genuina humanidad, bien pudo honrar ese camino para mostrar a unos simbiontes no artificiales y digitalizados.
Además la cinta tiene un desarrollo como si estuviéramos ante un programa con escenas de situación que son intercaladas con los enfrentamientos entre Venom y Carnage, en los que de vez en vez se vislumbran tintes de humor, que sino estuvieran tampoco pasaría nada.
Es así como “Venom: Carnage liberado” es un film corto, pues no supera los 120 minutos como se ha vuelto costumbre en las películas de superhéroes, un entretenimiento menor e intrascendente para el universo marveliano y más para el del Hombre Araña, que día a día crece en expectación por saber que es lo que contará su última aventura de la saga que Marvel sigue manteniendo bajo las órdenes de Sony y no de Disney.
“Venom: Carnage liberado”.
Dirección: Andy Serkis.
Actuación: Tom Hardy, Woody Harrelson, Michelle Williams.
