_ La joven pianista, considerada un prodigio, ofrecerá una plática el jueves 30 de octubre en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli
Algo muy importante para ser un músico muy bueno es la dedicación, la práctica; si le echas ganas a lo que sea, puedes cumplir con lo que tú quieres hacer, comparte la artista de Jalisco
Imaginar a un mundo sin música es algo que no concibe Daniela Liebman. Con 12 años de edad, la joven pianista mexicana tiene muy definido que la música es su vida e interpretarla es la experiencia "más bonita", "increíble" y "única" que ha tenido en su existencia.
Originaria de Guadalajara, Jalisco, la niña --considerada un prodigio en el piano--, visitará el Centro Cultural Ollin Yoliztli de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México el jueves 30 de octubre para ofrecer una plática a las 16:30 horas en la Sala Silvestre Revueltas.
Entusiasmada, la tapatía comenta su gusto por charlar con el público y compartir con niños, jóvenes, adultos y población en general, no sólo su experiencia y vivencias en torno a la música y el piano, sino también su forma de ver el mundo y escuchar de ellos sus comentarios.
"A mí me gusta hacerlo y se me hace divertido. Se me hace muy padre interactuar con la gente o con los niños y que aprendan, no sólo poder escucharme tocar sino también lo que tengo que decir y opinen porque a veces no tienes quién te lo diga", expresa.
Previo a su llegada al Distrito Federal, la joven comparte que le "encanta" poder presentarse en diversos foros no sólo de México sino del resto del mundo. "Me encanta la experiencia, fue algo único estar en Bellas Artes y me siento muy privilegiada por tener esas oportunidades, me siento muy afortunada de tener el apoyo de mi país, de mi familia, me encanta todas esas experiencias", dice.
Sobre la música, afirma que ésta es su vida y por tanto: "no sé qué sería yo sin la música, la clásica y la verdad que cualquier música, porque es algo increíble, impresionante. No puedo imaginar al mundo sin la música, para mí es mi vida y la quiero mucho".
Previo a cada presentación, refiere, no existen los nervios en su persona, únicamente el gusto de poder tener una experiencia única frente al piano.
"A veces, cuando estás tocando empiezas a disfrutar la música muchísimo; es como si te llevara a otro mundo completamente y nada más lo disfrutas, yo practico horas y horas para vivir esos momentos que son muy especiales y es algo increíble cuando lo estas sintiendo en ese instante. Nunca he sentido algo más bonito", remarca.
Para Daniela, la forma de estar mejor preparada previo a cada presentación "es estar segura con todas las piezas que vas a tocar y sabértelas muy bien para tener confianza de que lo vas a poder hacer bien".
Y por ello aconseja que "practiquen mucho", "le echen muchas ganas" y "amen su instrumento" a quienes gustan de la música y quieren hacer de ésta su vida toda vez que demanda mucha dedicación.
"Algo muy importante para ser un músico muy bueno es la dedicación, la práctica y es algo que a€”los estudiantesa€” puedan aprender. Creo que si le echas ganas a lo que sea, puedes cumplir con lo que tú quieres hacer y eso es lo importante para ser músico y lo que sea porque nada es fácil, de lo contrario todo mundo lo haría", enfatiza.
Daniela Liebman inició sus estudios musicales cuando tenía tres años gracias a la instrucción de su padre, el violinista estadounidense Robert Liebman. Desde entonces, apoyada por su padre y su madre, Ana Luisa Martínez, ha continuado su preparación artística.
En sus presentaciones está su participación con la Orquesta Filarmónica de Jalisco en el Teatro Degollado de Guadalajara; su asistencia al Primer Festival de las Artes en Bishkek, Kirguiztán, donde tocó con la orquesta Rachmaninov del Kremlin de Moscú; su participación con la Orquesta Sinfónica Flademmex en el Festival Internacional ELAN en Dallas, Texas y su presentación en el Carnegie Hall de Nueva York.
En 2012 la joven pianista formó parte del grupo de medio centenar de niños a€”de todo el mundoa€” que compartieron escenario con el pianista chino Lang Lang con quien compartió escenario un año después a€”mayo de 2013a€” en la Ciudad de México.
En febrero de 2014 hizo su debut en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes en compañía de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes
