_ Como parte de su proyecto de titulación de la carrera de Ingeniería Mecánica, Kelmi Torres, Arlin Acosta, Ivette Luviano, Emilio de la Torre y Daniel Ordaz crearon un auto eléctrico de bajo costo y accesible para estudiantes y profesionistas, a partir de un chasis de un Volkswagen (VW) sedán (comúnmente conocido como "vocho") modelo 75.
Los estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) consideran que su proyecto, además de ser un aporte para la ingeniería mecánica, también contribuye a la creación de conciencia en la sociedad en cuanto a la contaminación que existe, y a la diversa tecnología que permite la disminución de la misma.
La idea inició el 7 de enero de 2014 en la materia Desarrollo prospectivo de ingeniería. El padre de Emilio de la Torre, también ingeniero, comentó a su hijo que un buen proyecto de titulación sería hacer un auto eléctrico que mejore las condiciones de los que existen hoy en día. Así fue como De la Torre se casó con el proyecto e invitó a sus compañeros a formar un equipo. Cabe señalar que fue precisamente su padre quien ayudó económicamente a los jóvenes.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Emilio de la Torre dijo que a€œademás de graduarnos, nuestro objetivo fue aportar con un vehículo viable para su uso en la Ciudad de México; asimismo, reducir la contaminación y que circulara diarioa€.
La idea de utilizar un chasis de un VW permitió ahorrar costos de diseño y manufactura. a€œTambién ayudamos a que no se genere más basura. En México tenemos gran parque vehicular y nuestro proyecto permitiría la reinserción de dichos autos sin ser contaminantes. En lugar de comprar un auto nuevo, convierte en eléctrico al que ya tiene la personaa€, explicó Kelmi Torres.
Por su parte, Arlin Acosta mencionó que la ventaja de su prototipo es que se reduce el precio de autos eléctricos a€œque en México es bastante elevadoa€, se recicla y reduce tanto el ruido ambiental como las emisiones del combustible.
Una de las mayores ventajas que tiene el auto creado por los estudiantes mexicanos es que las baterías se pueden recargar en cualquier enchufe, no es necesario usar plataformas especiales ni adaptadores como es el caso de los automóviles eléctricos que están actualmente en el mercado.
Al respecto, Daniel Ordaz explicó que el auto cuenta con un motor de corriente directa de excitación independiente y funciona con un rango de voltaje de 36 a 92 voltios (V). Es alimentado con un banco de seis baterías de ácido plomo de ciclo profundo de 8 V cada una.
a€œEl flujo de energía es determinado a través de un controlador alltrax que soporta hasta 500 amperios (A) pico, lo que permite tener una potencia en el motor de 15 caballos de fuerzaa€, agregó. El auto alcanza una velocidad de 70 kilómetros por hora y la batería dura 45 kilómetros (km).
Costos y mantenimiento
Uno de los problemas a los que se enfrentaron los estudiantes fue al del presupuesto, pues aunque contaban con el apoyo del padre de Emilio de la Torre, el costo aproximado del proyecto fue de 180 mil pesos. Además, al ser un prototipo, se hacían pruebas con distintos materiales o desechaban aquel que ya no les era útil.
Sin embargo, ellos calculan que el precio al mercado sería aproximadamente de 140 mil pesos (menos del 70 por ciento del costo de un auto eléctrico de agencia) ya con todo el proceso de ingeniería, esto para poder competir con los autos compactos que existen en el mercado.
En cuanto al mantenimiento, De la Torre explicó que es casi inexistente: a€œRequiere un cambio de baterías en mínimo tres añosa€. También se pueden necesitar otros cambios como de balatas o fusibles ya que, al tomar como base un VW, todo es mecánico como la dirección, la caja de velocidades y los frenos.
Dificultades superadas
recuadro calidad aure auto ipn02Una de las cuestiones que consideran les costó más trabajo fue la carrocería. Ivette Luviano explicó que la del VW pesaba demasiado, lo que afectaba a la velocidad y no era óptima. a€œFue cuando decidimos cambiar por la estructura de fibra de vidrio de un VW Bug Boogie, que es un modelo que no salió a la ventaa€, dijo. La carrocería actual pesa 120 kilogramos.
Sin embargo, el equipo en conjunto considera que el principal cambio que necesita su modelo es conseguir un mejor banco de baterías que permita más autonomía del vehículo. a€œSi queremos algo más tangible, necesitamos lograr un mínimo de 80 km de autonomíaa€, manifestó Emilio de la Torre.
El auto es un diseño prototípico, por lo que los alumnos están conscientes de que aún queda mucho trabajo por hacer para mejorarlo. a€œComo todo proyecto, este sigue en fase de desarrollo; es un proceso constante de innovación, reinversión e ingeniería que terminará en un producto totalmente funcional,a€ comentó Daniel Ordaz.
Voluntad y dedicación, claves para obtener resultados
El ingeniero Víctor Román Reyes González fue quien guió al grupo de estudiantes durante el proceso de equipo vocho electrico ipncreación de su prototipo. En su opinión, considera que son un motivo de orgullo para el IPN: a€œSon una motivación para seguir, pues su ímpetu y trabajo constante rompió paradigmas y la gente puede ver que su proyecto es algo real. Demostraron que el IPN sigue en piea€.
En el grupo se comparte el sentimiento de satisfacción al ver su obra terminada, pero saben que todavía les falta camino por recorrer. Quieren que la gente conozca que hay otras opciones, que las energías alternas ya son una realidad y que falta trabajo en el campo. La culminación de este trabajo fue solo el primer paso para seguir innovando.
El objetivo del proyecto de los jóvenes politécnicos fue cerrar la brecha económica para que la clase media acceda a este tipo de tecnologías mediante la oferta de un auto práctico, alcanzable, de uso diario y confiable.
Con información de Conacyt bajo licencia CC4.0
