_ Por Osvaldo Córdova
De nuevo Disney aplicó la fórmula plataforma digital y salas de cine para lanzar “Raya y el último dragón”, una cinta que rompe con algunas características de la casa de Mickey Mouse, como son las canciones y la clásica princesa para hacer un film simple, colorido y divertido.
Una chica llamada Raya tendrá que juntar los fragmentos de una gema mágica, que traerá de vuelta a los dragones, quienes son los únicos que pueden salvar al mundo de unos espectros -cuál si fuera Medusa-, todo lo que tocan lo convierten en piedra dejando desolación y dolor.
Para lograr su objetivo, deberá recorrer varios reinos y enfrentar un sinnúmero de obstáculos. Si bien es una historia simple y que ya se ha visto en diversas ocaciones, el punto de esta versión está en cómo se cuenta y eso es lo divertido.
“Raya y el último dragón” es una película que gira alrededor de dejar las diferencias y trabajar en equipo para conseguir un bien común. Para ello, la amistad y la confianza entre las personas se convierten en los temas principales; y es que si algo impera en las sociedades actuales es la desconfianza, que ha provocado innumerables problemas en el mundo.
Uno de los aciertos del filme radica en que se rompe el paradigma de la princesa buscando un amor para casarse, pues en esta ocasión vemos a dos jóvenes -si bien son princesas- buscan hacer lo necesario para unir a la tierra en la que viven, además de que opta por integrar elementos de culturas del Sudeste asiático.
Es así como se nos presentan, a dos jóvenes guerreras que saben pelear artes marciales provenientes de Tailandia (Muay Thai y Silat), Vietnam (Lucha tradicional), Indonesia (Krabi Krabong y Silat) y Filipinas (Arnis), estilos de lucho con más de 20 siglos de antiguedad y que eran utilizadas por monjes, guerreros o campesinos, situación que puede verse en la cinta.
Otro punto que llama la atención, es que a diferencia películas como “Moana” o “Mulán”, es que aquí no existe una sola canción que identifique a la cinta o a uno de sus personajes, que baste decir el más entrañable, no es Sisu, el dragón, cuyo diseño visual es deficiente y parece un pony con cola larga, sino la pequeña bebé ladrona y sus secuaces -tres monos- entrenados en todo arte de rapiña y el engaño, una mezcla de “Jefe en pañales”.
Cabe destacar que la película está codirigida por cuatro cineastas, uno de ellos, Carlos López Estrada, hijo de la productora de telenovelas Carla Estrada. El mexicano ha dirigido videos para Billie Eilish, Capital Cities y Jesse & Joy, por el que obtuvo un Grammy Latino por “Me voy”.
En “Raya y el último dragón” sabemos cómo va a terminar todo desde la primera escena, no hay secretos; por un lado se tiene a los héroes dándolo todo y por otro, una serie de personajes secundarios que muestran su lado más cómico consiguiendo que la historia fluya y entretenga en todo momento al público.
“Raya y el último dragón”
Dirección: Don Hall, Carlos López Estrada, Paul Briggs y John Ripa.
Actúan (Voces): Danna Paola (Raya), Carla Medina (Sisu) y Alicia Barragán (Naamari).
Fotos: Disney.
